Los vehículos tradicionales de combustión están en el punto de mira de las Administraciones y los Gobiernos. En la última Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP27), celebrada en noviembre en Egipto, los Estados Miembros alcanzaron un acuerdo para prohibir la venta de estos vehículos a partir del año 2040. Una propuesta muy en línea con la de la Unión Europea, que acordó en octubre prohibir la venta de coches y furgonetas nuevas con motor de combustión a partir de 2035. Ambos acuerdos son de suma importancia, ya que contribuyen a la implementación de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) 7, Energía asequible y no contaminante, y 9, Ciudades y comunidades sostenibles, establecidos por Naciones Unidas en 2015 con la meta de impulsar el desarrollo justo y sostenible de nuestra sociedad en todos los sus ámbitos.

El objetivo de alcanzar la neutralidad de carbono en 2050 es, sin duda, ambicioso, pero el plan de acción para lograrlo es riguroso y firme, y no admite paso atrás alguno. La movilidad es un sector clave para conseguir esa meta de cero emisiones netas. Según datos de Greenpeace, el transporte es el mayor emisor de CO2 en nuestro país, muy por delante de la industria y la electricidad, lo que perjudica gravemente el medioambiente y la salud de los ciudadanos.

Autoridades, Gobiernos y empresas debemos trabajar en diferentes líneas de actuación que desplacen el transporte hacia modalidades más eficientes y menos contaminantes, y la movilidad eléctrica se impone en nuestras ciudades como una opción plenamente válida. La apuesta de los sectores público y privado por esta modalidad de transporte es sólida. Buena muestra de ello es el PERTE para el desarrollo del vehículo eléctrico y conectado, que prevé una inversión total de 24.000 millones de euros en el periodo 2021-2023, con una contribución del sector público de 4.295 millones de euros y una inversión privada de 19.714 millones de euros.

Las empresas de automoción están plenamente comprometidas con el despliegue de la movilidad eléctrica. Este es uno de los sectores que presenta mayor nivel de inversión en modernización, automatización e innovación entre los segmentos industriales. Muchas compañías están trabajando para ofrecer cada vez más modelos de vehículos eléctricos y conectados. El Grupo Stellantis, por ejemplo, que aglutina a marcas como Peugeot, Citroën, DS, Opel, Fiat y Jeep, ha acelerado en los últimos años sus planes de electrificación: cuenta con 20 coches eléctricos puros actualmente y prevé que, de aquí a 2024, se sumarán otros 28 modelos más. Grupo Volkswagen, por su parte, al que pertenece Seat, se ha propuesto convertirse, a partir de 2033, en una marca que solo fabrique coches eléctricos y va a invertir 4.500 millones de euros entre 2023 y 2026 en la construcción de una fábrica de baterías de Sagunto.

Los conductores españoles, por su parte, también están apostando cada vez más por vehículos eléctricos, cuyas ventas mantienen mes a mes una tendencia alcista. De hecho, según ANFAC (Asociación Española de Fabricantes de Automóviles y Camiones), las ventas de vehículos eléctricos puros crecieron un 21,5% en noviembre y alcanzaron las 3.949 unidades matriculadas, mientras que, en el conjunto del año, las ventas de estos vehículos sumaron 32.312 unidades, un 37,1% más que en el mismo periodo del año anterior. Ello se traduce también en un crecimiento de la cuota de mercado del vehículo eléctrico en el territorio español (4,57 por ciento).

Como es lógico, en línea con este crecimiento nos encontramos un aumento de las instalaciones de infraestructuras de recarga, fundamentalmente en el sector residencial, aunque también con cierto repunte en el sector terciario. La instalación de un punto de recarga en un garaje individual o comunitario es de suma importancia, ya que permite cargar el vehículo en condiciones de seguridad durante el tiempo que permanece estacionado, pudiendo además aprovechar las tarifas más ventajosas del mercado.

Dependiente del modelo de vehículo es probable que se requieran diferentes opciones de conector, un enchufe monofásico común para coches híbridos y un conector especial trifásico para los eléctricos puros. La instalación no es compleja, pero requiere de verdaderos especialistas en la materia, instaladores eléctricos con conocimientos y capacidad para realizar estos proyectos. Los profesionales de las instalaciones que conforman la red de Agentes Energéticos de Feníe Energía están plenamente capacitados para realizar estos proyectos y su trabajo otorga plenas garantías de seriedad y rigurosidad. En los últimos años han visto crecer las solicitudes de instalaciones de puntos de recarga. Ofrecen un asesoramiento personalizado para recomendar a los conductores la mejor solución de recarga en función de su vehículo eléctrico, su ubicación y tiempos de recarga, así como la tarifa eléctrica más adecuada, pudiendo además estudiar este proyecto junto con otro de autoconsumo fotovoltaico y baterías.

En España disponemos de compañías punteras y con proyección, tanto en lo relativo a la fabricación como la instalación de puntos de recarga. Aunque es difícil realizar una previsión para 2023, el sector se muestra optimista y las empresas confían en poder incrementar su volumen de negocio, aunque para ello es preciso que se contenga la inflación que llevamos observando desde el comienzo del año y que se estabilicen los mercados energéticos para ofrecer seguridad a los consumidores.

Adicionalmente, la publicación del RD 29/2021 crea un escenario muy favorable para el desarrollo del entorno de la movilidad eléctrica. Una de las medidas que recoge obliga a los aparcamientos de edificios que no sean de uso residencial privado y a parkings públicos a instalar puntos de carga eléctrica antes del 1 de enero de 2023. Es muy probable que todavía en los próximos meses percibamos un notorio aumento de la demanda por parte de aquellas empresas desconocedoras de la norma o reticentes a aplicarla.

Todo ello dibuja un panorama próspero, ambicioso y lleno de oportunidades para conseguir entre todos una movilidad más sostenible y eficiente. La movilidad del futuro será eléctrica. Desde Feníe Energía confiamos en que se intensifiquen los mecanismos de incentivos regulatorios para promover la compra de vehículos eléctricos y que se dicten, en definitiva, unas condiciones favorables para que la industria automovilística y las compañías instaladoras de puntos de recarga puedan focalizarse en contribuir al despliegue de la movilidad eléctrica en España.

Alberto Sanz, delegado de Ventas de Feníe Energía en la zona Aragón, País Vasco, La Rioja y Navarra

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